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la soledad de uno mismo, generalmente duele mas a los demás que al menda lerenda. es tan fácil acostumbrarse a hablar con las paredes, a dormir en diagonal en camas de dos por dos, a no pelearse por el mando… que en cuanto alguien intenta compartir, aunque sea un momento, con uno, se nos cae el mundo encima, culpamos al otro(a) de ser un fascista controlador, intentamos encontrar minutos sueltos, donde sea, para reencontrar la supuesta libertad (¿?) que habíamos tenido tiempo atrás.
definitivamente, el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma mujer, y la mujer es la única animal(a) que se deja engañar dos (o más) veces por el mismo hombr
la soledad de uno mismo, generalmente duele mas a los demás que al menda lerenda. es tan fácil acostumbrarse a hablar con las paredes, a dormir en diagonal en camas de dos por dos, a no pelearse por el mando… que en cuanto alguien intenta compartir, aunque sea un momento, con uno, se nos cae el mundo encima, culpamos al otro(a) de ser un fascista controlador, intentamos encontrar minutos sueltos, donde sea, para reencontrar la supuesta libertad (¿?) que habíamos tenido tiempo atrás.
definitivamente, el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma mujer, y la mujer es la única animal(a) que se deja engañar dos (o más) veces por el mismo hombr
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